El Nacimiento de Venus es una de las obras más famosas de Botticelli. Fue pintada para un miembro de la familia Médici, para decorar uno de sus palacios de ocio en el campo. El tema mitológico era habitual en estos emplazamientos campestres, surgiendo imágenes como la Primavera o Venus y Marte. Venus es la diosa del amor y su nacimiento se debe a los genitales del dios Urano, cortados por su hijo Cronos y arrojados al mar. El momento que presenta el artista es la llegada de la diosa, tras su nacimiento, a la isla de Citera, empujada por el viento como describe Homero, quien sirvió de fuente literaria para la obra de Botticelli. Venus aparece en el centro de la composición sobre una enorme concha; sus largos cabellos rubios cubren sus partes íntimas mientras que con su brazo derecho trata de taparse el pecho, repitiendo una postura típica en las estatuas romanas de las Venus Púdicas. La figura blanquecina se acompaña de Céfiro, el dios del viento, junto a Aura, la diosa de la brisa, enlazados ambos personajes en un estrecho abrazo. En la zona terrestre encontramos a una de las Horas, las diosas de las estaciones, en concreto de la primavera, ya que lleva su manto decorado con motivos florales. La Hora espera a la diosa para arroparla con un manto también floreado; las rosas caen junto a Venus ya que la tradición dice que surgieron con ella. Técnicamente, Botticelli ha conseguido una figura magnífica aunque el modelado es algo duro, reforzando los contornos con una línea oscura, como si se tratara de una estatua clásica. De esta manera, el artista toma como referencia la Antigüedad a la hora de realizar sus trabajos. Los ropajes se pegan a los cuerpos, destacando todos y cada uno de los pliegues y los detalles. El resultado es sensacional pero las pinturas de Botticelli parecen algo frías e incluso primitivas.
Fuente: http://www.artehistoria.com/
Olympia
Con Olympia, Manet reinventa el tema tradicional del desnudo femenino a través del juego de una pintura franca y sin compromiso. Tanto el tema como el lenguaje pictórico explican el escándalo que provocó la obra en el Salón de 1865. Aun cuando multiplica las referencias formales e iconográficas: La Venus de Urbino del Tiziano, La maja desnuda de Goya y el tema de la odalisca con la esclava negra tratado sobre todo por Ingres, Manet traduce ante todo pictóricamente la frialdad y el prosaísmo de un tema muy contemporáneo. La Venus se convierte en una prostituta que mira con desafío al espectador. Fue considerable la violencia de las reacciones suscitadas por este cuestionamiento del desnudo idealizado, fundamento de la tradición académica. Los críticos vilipendiaron "esta odalisca de vientre amarillo" cuya modernidad, sin embargo, fue defendida por algunos contemporáneos con Zola a la cabeza.
Fuente:http://www.musee-orsay.fr/
La maja desnuda.
La maja desnuda es una de las más célebres obras de Francisco de Goya y Lucientes. El cuadro es una obra de encargo pintada antes de 1800, en un periodo que estaría entre 1790 y 1800, fecha de la primera referencia documentada de esta obra.1 Luego formó pareja con La maja vestida, datada entre 1802 y 1805, probablemente a requerimiento de Manuel , pues consta que formaron parte de un gabinete de su casa.
En ambas pinturas se retrata de cuerpo entero a una misma hermosa mujer recostada plácidamente en un lecho y mirando directamente al observador. No se trata de un desnudo mitológico, sino de una mujer real, contemporánea a Goya, e incluso en su época se le llamó «la Gitana». La primacía temporal de La maja desnuda indica que en el momento de ser pintado, el cuadro no estaba pensado para formar pareja.
Se ha especulado con que la retratada sea la Duquesa de Alba, pues a la muerte de ésta en 1802, todos sus cuadros pasaron a propiedad de Godoy, a quien se sabe que pertenecieron las dos majas, en forma similar a lo ocurrido con la Venus del espejo de Velázquez. Sin embargo, no hay pruebas definitivas ni de que este rostro pertenezca al de la duquesa de Alba ni de que no hubiera podido llegar la Maja desnuda a Godoy por otros caminos, incluyendo el de un encargo directo a Goya.
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/La_maja_desnuda
Desnudo bajando las escaleras.
Ahora, para entender bien este cuadro, se requiere entender al menos los conceptos básicos del cubismo y del futurismo. Ambas corrientes son parte de las vanguardias de principios del siglo XX y surgen del rompimiento de la capacidad del arte para representar la realidad, que ocurre con el impresionismo.
El cubismo tiene dos líneas básicas: reducir todo a formas geométricas sencillas: cubos, esferas… y descomponer la percepción en diferentes ángulos; ver un mismo objeto desde diferentes ángulos y encimarlos en la representación.
El Futurismo también tiene dos líneas básicas: el tratar de mostrar el movimiento de las cosas reales dentro de las obras artísticas, y el enaltecimiento de las máquinas.
Cuando nos detenemos a observar este cuadro de Marcel Duchamp, podemos reconocer una serie de formas geometrizadas que componen una especie de cuerpo “mecanizado”. La superposición de cilindros, conos, esferas, líneas y rayones, provocan el efecto visual de “movimiento” en esta composición. El título mismo, Desnudo bajando la escalera, nos indica que en esta obra debemos buscar un cuerpo dinámico. Sin embargo, a primera vista nuestro ojo no encuentra exactamente lo que el título pide. No vemos tal “desnudo”, en el sentido convencional del término, sino una abstracción de éste, y tampoco es evidente la presencia de la escalera. Pero la sucesión de pasos que requirió ese cuerpo para descender por la escalera se aprecia más claramente. Entre otras cosas, el artista nos muestra un fragmento específico de tiempo, aquel que transcurre en el movimiento de un cuerpo bajando una escalera. Desde la pintura, esta obra hace algo que también hizo la fotografía científica: en la búsqueda de un análisis meticuloso del movimiento de un cuerpo en el espacio, descompone las imágenes de su trayectoria, es decir, representa en términos plásticos el tiempo como fenómeno físico.
La fragmentación y multiplicación de las formas de Desnudo bajando la escalera, se tomó en su momento (1912) como signo evidente de la ruptura de la pintura vanguardista con la tradición artística. Este cuadro se inscribe en la época en que Marcel Duchamp exploraba el cubismo.
Fuente: http://culturacolectiva.com/desnudo-bajando-una-escalera/
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